sábado, 7 de agosto de 2010

Origen, votada con 8 en Filmaffinity

Llevo usando Filmaffinity desde hace ya varios años, desde que un buen amigo al que veo mucho menos de lo que deseo, Ale, me lo recomendó ya que vio que a mi también me gusta mucho el cine, no como algo para "pasar el rato", sino como un medio cultural del cual espero recibir sensaciones de cualquier tipo, que me haga reír o gritar, que me haga sentirme otra persona diferente de lo que era antes de entrar en la sala. (No, Korosu, no eres tú, por suerte contigo tengo mas contacto, aunque tenemos que vernos mas!!)

Y desde hace bastante menos, cada vez que voto una película en Filmaffinity, la acabo enlazando a Facebook y comentándola para que mis amigos conozcan mi opinión sobre la misma, y poder comentarlas. Pues ayer vi "Origen", de Christofer Nolan, y pienso que la película se merece algo mas que un comentario en Facebook. Recurro pues a mi blog personal.

Con las expectativas por las nubes, y un 8'5 de media en dicha red social cinéfila (a fecha de ayer 06/08/10), me hundo en la butaca del cine, deseando con todas mis ganas que ningún energúmeno me distraiga de la experiencia, ya sea con comentarios en voz alta, luces de móviles, o lo que fuera.

Tras un comienzo demasiado brusco para mi gusto, Nolan nos presenta a los personajes principales del juego en el primer sueño: Un Dom Cobb (Dicaprio) especialista en arrebatar información dentro de los sueños de las personas, y su compañero fiel Arthur (Gordon-Levitt). Ambos, van a robar información importante a Saito (Watanabe, al quien llevo siguiendo desde El último Samurai, película que me encantó). Y en medio de todo está Mal (vaya nombrecito... interpretada por la siempre genial Marion Cotillard, que siempre hace de francesa) que sin que sepamos aun por qué, le quiere poner las cosas difíciles a Cobb.


No se explica muy bien (o yo no me he enterado, pero creo que pocas películas he visto con tanta atención) de donde sale y como se controla el trabajo que Cobb y Arthur realizan. Es mas, parece con si Cobb fuera un freelance, con suficiente dinero como para tener una tecnología de ese nivel.

Cobb es persona non grata en su país (EEUU), y necesita entrar para volver a ver a sus hijos. Saito lo sabe, y decide olvidar lo ocurrido en sueños y proponerle un encargo: conseguir meter en la cabeza al futuro heredero de una gran compañía energética (Robert Fisher, interpretado por Murphy, que ya hizo de Espantapájaros en los nuevos Batman de Nolan) la idea de no continuar el legado de su padre y dedicarse a otra cosa. Así, Saito se quitaría competencia del medio.

La película empieza a coger ritmo cuando Cobb conoce a su nueva arquitecta, Ariadne (Ellen Page, o Juno, otra chica a la que sigo de cerca), y le pide que trabaje para él, que le construya el espacio donde poder engañar a Fisher. Ariadne va descubriendo las leyes de meterse en los sueños, de alterar el mundo que le rodea, sus físicas... y el efecto es brutal.

Cobb y Arthur no pueden encargarse de todo ellos solos, por lo que necesitarán la ayuda de un falsificador (Earmes, interpretado por Tom Hardy) y un químico que produzca un potente somnífero (Yusuf, interpretado por Dileep Rao, quien ya tuvo un papel en Avatar). ¿Y porqué lo del somnífero? Bueno, es hora de que deje de explicar mas cosas sobre el argumento, para pasar a mi opinión.

Nolan nos muestra un universo donde meterse dentro de los sueños es ya una realidad. Un universo con sus reglas, en donde si las rompes, puedes acabar perjudicado. Un universo donde si mueres, te despiertas en la realidad. Pero... ¿y si complicamos esto aun mas? Sueños dentro de sueños.


Así pues, el director recrea una cadena de acontecimientos magistralmente montada, en donde vemos a nuestros protagonistas metidos dentro de la mente de la gente, sueño tras sueño, y cada cual en un escenario diferente. Y como si de un director de orquesta se tratara, Nolan lleva en su partitura el control de cada cosa que ocurre, y nos dirige a nosotros, los espectadores, a través de su batuta para que no nos perdamos por el camino y caigamos en el limbo (o en el caos, despertándonos así en la sala de cine, y perdiendo el hilo de toda la película).

Esto es bueno y es malo. El director juega con la mente humana de una manera magistral, retorciéndolo todo de tal manera que nosotros no podamos ver lo que es un sueño y lo que no lo es... pero en verdad si que lo sabemos, porque continuamente nos están dando pistas de dónde estamos. Quizás se dan demasiadas explicaciones, que sirven de "totem" para nosotros, dejándole al espectador poco por hacer.

Es una peli para pensar, seguro, y para disfrutar, pero le falta ese toque que si que tuvo Memento en el que el director interactuaba con el espectador, invitándole a unir los hilos. Solo al final hay lugar para la duda. Así, este thriller psicológico tan armoniósamente construido tiene un problema, y es que aunque es capaz de meterte en la película y creértela sin problemas, no llegas a "jugar" con ella.

Aun así, no pienso que la película sea mala ni de lejos. Como ya he comentado, le he dado un 8, que es una gran nota, aunque si hubiera podido dar decimales, le hubiera dado un 8,5. La película combina muy bien los momentos de acción con los momentos mas tranquilos, y los momentos de tensión. (Ese momento Call of Duty en la nieve es un poco WTF?, pero aun así, era necesario para que la película no fuera tan "sencilla")


La banda sonora de sobresaliente, con el siempre genial Hans Zimmer (Piratas del Caribe, Sherlock Holmes...), y los efectos especiales están tan bien conseguidos, que realmente no notas en ningún momento que fueran "efectos especiales", y lo mejor es que tampoco abusan de ellos: El movimiento de los edificios en los sueños es necesario para comprender el poder de la imaginación, y el efecto es de quedarse con la boca abierta.

¿Y qué me decís de la pelea en el pasillo, mientras que va dando vueltas? Es una escena que pasará a la historia del cine, y encima tiene su sentido. Nada es gratis, como puede darse en otras películas del mismo género. Y la idea del paso del tiempo también está muy bien pensada. Se nota que Nolan lleva incubando y mimando la idea desde hace muchos años, y no la ha soltado hasta que no ha sido perfecta.

Pero sería injusto darle un 10 (o un 9), porque aquí es donde entra el criterio personal de cada uno. Mis dieces son películas que me han emocionado, que me han entrado ganas de levantarme del asiento para aplaudir, aunque no lo haya hecho por orgullo o vergüenza. Películas que me hayan hecho reir o llorar. Películas que me hayan dejado perplejo y pensativo durante horas y días, porque el director ha jugado conmigo y con mi mente hasta el último momento, y de una manera magistral. Este tipo de notas (para mi) lo han conseguido películas como la mencionada Memento, El sexto sentido, Abre los ojos, Seven o 12 Monos, películas psícológicas que te dejan rallado hasta el final, hasta llegar a un climax que te da un puñetazo en la cara dejándote tonto para toda tu vida. Origen lo intenta, pero solo te da una pequeña palmada en la mejilla... eso si, aderezado con los mejores efectos especiales, una gran banda sonora, y un reparto de lujo.

Lo dicho, una gran película, muy recomendable, pero para mi, no llega al 10. Se queda en un 8.

1 comentario:

Alex dijo...

Estoy deseando verla Fer!
Tiene una pinta estupenda desde luego.
Toda la razon en que nos vemos menos de lo que nos gustaria.
Esta nochecitas de verano me estoy pegando unas partidas estupendas al Viajeros al Tren y Carcassonne en tu honor.
Abrazos!